Artículo de: Raquel Martín
La mayoría de las veces, al escuchar el nombre de un producto, no somos conscientes del esfuerzo que supone encontrar una palabra que lo denomine y que, además, sea adecuada para la mayoría de los idiomas.
Sin embargo, otras veces, el naming hace que abras los ojos precisamente por todo lo contrario.
Y eso me ocurrió ojeando el catálogo de Ikea (me encanta). Cuando llegué a la sección de cocinas me encontré con la página que os adjunto y… En fin, supongo que ahora me entenderéis cómo me quedé al ver que el horno se llamaba Mirakulos. ¡Con la de dinero que se invierte en naming! (O eso se supone).
El Mirakulos y otros naming desafortunados de productos
No podía parar de reírme. (Y ¡claro que hice foto y lo pasé a mis grupos de whatsApp para compartir las risas!).
Pero me pregunto cómo a una empresa como Ikea (y repito, soy fan!) puede pasarle esto. No me dedico al naming pero tenía entendido que al hacer el lanzamiento de los productos en otros países se debía tener en cuenta el idioma del país donde se van a comercializar (para mantenerlo o modificarlo) y, en un caso como este, una pequeña modificación del nombre habría sido muy favorable (…o no, porque a nivel de marketing le dí bombo y ya no se me olvida el horno. Ni a mí ni a todos los que nos reímos).
Aunque claro, Ikea no ha sido la primera ni única marca a la que el idioma le ha jugado una mala pasada. Seguro que recordáis algunos de estos ejemplos:
– El Mitsubishi Pajero, el Mazda Laputa o el Nissan Moco, de los que mejor me ahorro los comentarios…






– En el sector de las bebidas alcohólicas encontramos un vino, el Follador. Uf.. y encima siendo un vino espumoso! Yo al menos no lo compraría. Como que me daría corte sacar la botellita y mucho más abrirla… (La apertura del vino limpia-limpia no es).


– Marca de conservas Potorro con slogans tipo «siente el sabor de un buen Potorro en tu boca» o «¡cómete un buen Potorro!»


– Lo del Gel intimo Chilly es un clásico. «En lo más íntimo, quiero Chilly», dice el slogan de su publicidad. Si sabemos algo de inglés pues vaya, entiendo que fresquito se queda, pero si no supongo que no es descabellado que pienses que se te queda como si te comes un chile picante.


– La sopa Pota de Norr, la leche de Alpiste de Soria Natural o chochitos ricos…¿seguimos buscando?






Estos son los problemas que surgen con la globalización de las marcas. Encontrar el nombre de producto es difícil y las grandes marcas invierten millones de euros en naming, pero cuando los nombres se exportan a otros países podemos encontrarnos con desafortunadas situaciones como las que planteábamos.
Bueno desafortunadas para las marcas, porque a nosotros siempre nos hará reír y… ¡Recordarlos!
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